Me llama princesa, pero ella es la reina.
Bastan dos segundos para descubrir la magia de sus ojos en tardes tristes,
en días claros. Bastan dos segundos para sentir la imensa capacidad que tiene
su corazón para querer, para ayudar, para escuchar.
Hoy ella se hace un poco mayor, pero sigue con sus tacones, sus vestidos y
la misma sonrisa de las fotos de sus quince. Hoy sumamos un año a esos 45, hoy
doy gracias por poder estar aquí, por poder estar contigo, por haberte
conocido.
A ella, que no le hace falta un príncipe azul para levantarse cada mañana,
que no le hacen falta vestidos para hacerse ver, que a pesar de tormentas y
huracanes jamás a dejado de creer.
A ella, valiente luchadora, quiero dejarle por escrito que si la pierdo
estoy perdida, aun que juntas nos perdamos. Que podremos pasar tormentas,
como en todas las casas, pero que en ellas seguirá habiendo amor (porque donde
va ella está él).
Por todas las noches en vela convertidas en canciones, en cafés con sal, en
palabras, en lecciones...
A la mejor madre que jamás ha existido,
a la mejor madre que jamás existirá,
a la mujer más fuerte jamás conocida.
Llega noviembre y con él el 27.
Que un cumple no es cumple si no está ella,
y hoy, ella, es la protagonista.
T'estimo mama, incondicionalment
